jueves, 7 de noviembre de 2019

UN CANDIL


Pero no pegues portazo, cierra despacio y mal, que si veo que no vuelves, yo la entornaré al pasar. No pegues portazo, mis oídos ya no filtran, mis entrañas oyen todo y me afectan los estruendos. No pegues portazo, dime que ha sido el viento, que olvidaste despedirte con las prisas, que dejaste en el perchero algún sombrero, para luego. No pegues portazo, mi casa es vieja, se cae a trozos, cruje y solloza, respira moho y en cada sacudida aprieta los ojos. No pegues portazo, déjala estar como estaba, ni cerrada ni abierta, sin cerrojo, por si acaso, que se vislumbre el candil que hay al fondo.