jueves, 2 de febrero de 2023

EL LLANTO


No es que quisiera que llorases como un niño, pero me gustó. Los niños lloran de verdad, como los viejos. Hay poca gente ahora que llora de verdad, ya sabes, muchas personas lloriquean e improvisan otros amagos de llanto, pero no lloran, más bien se quejan con lágrimas, que es bien distinto. Llorar es otra cosa. Lo de llorar es legítimo. Al niño le desespera y le angustia su ausencia en un recreo, su castigo sin azúcar o el tiempo que no verá a su madre. Lo del niño es real. 


El hombre y la mujer que lloran son ese niño que se lleva a sí mismo por bandera y que no morirá nunca, así aprenda a ser la máscara de adulto que tanto anheló siendo infante.