viernes, 17 de diciembre de 2021

LAS PECAS

A veces no sabes si son pecas o manchas nuevas de tanto vivir, ni siquiera sabes si te brillan los ojos o si aguantas las lágrimas. A veces te despeinas sin querer y ya no sabes si fue queriendo. Hay veces que no conoces la línea que dibujan tus labios, que parecen reír amargamente y llorar con dulzura y ambas situaciones te caben, como te caben mil amaneceres perdidos y cientos más por los que renunciar al resto de tus días. A veces te pareces a quien crees que eres y a veces tienes que estrecharte la mano por primera vez, otra vez. Y a veces, todas en realidad, te encuentras con las pecas que fueron, que son, que no son y serán sin serlo ya, con las lágrimas hacedoras de tsunamis que, en cambio, tanto brillo aportan, y con la boca enjuta y tan habladora aun muda, con los ocasos parturientos de soles nuevos los quieras o no y te abrazas abrazándolo todo en un atemporal sentimiento inexplicable y único como el ser que eres.