sábado, 19 de junio de 2021

MI CATETO


A veces lo veo paseando y siento un arrebato que, lamentablemente, yo misma capo. Es parsimonioso en su andar y porta esa hechura que gastan los hombres humildes de antes. Yo, en el fondo de mi ser, querría acercarme a él y hablarle. No sabría muy bien qué decirle ni cómo empezar y, de hecho, me aterra molestarlo y hacerle sentir incómodo porque, sin conocerlo, sé que no merece que nadie le coma un trocito siquiera de la paz que transmite. Fuma. En ocasiones deja el cigarrillo prendido en su boca ajada y no lo aspira siquiera. Lo observa todo y no mira nada, es de esas personas capaces de ver el mundo sin intimidarlo; lo sé porque yo también lo hago. Sus zapatos están siempre gastados y camina mucho pero de forma tenue, como deslizándose por un todo que le pertenece. No sé qué edad tiene, pero me apena y me pellizca el pecho la idea de un transcurrir de meses sin volver a verlo por las calles, que a veces pasa. Sé que llegará el momento y me tocará echar a mi espalda otra pesa que cargar, por cobarde y por humana.

Mi madre lo llamaba "Mi Cateto", en mayúsculas, por supuesto, porque no era desprecio, era una frustración edulcorada y era la manera en que ella expresaba entre líneas lo que solo algunos éramos capaces de leer en titulares. Su cateto la cortejó antaño, tenaz y respetuoso, con esa socarronería queda de quienes no creen merecer aquello que anhelan, pero ella, como hacemos todos, ya fluía a través del caudal que la empujaba. En sus días más bajos, los de mi madre, sus días de poca charla conyugal, por ejemplo, a veces lo nombraba, como una anécdota o como una ensoñación, no lo sé. Quién sabe cómo habría sido la cosa con Mi Cateto, ¿te imaginas, Nurita de mi alma? Y yo qué sé, si apenas sé cómo son las cosas ahora, decía yo. Y más conversaciones, desde luego, y más llamativas y dolorosas y bellas, por supuesto, teníamos.

Y mi madre se fue y se quedó Su Cateto y yo a veces lo veo y siento la espantosa necesidad de contarle que mi madre lo nombraba alguna vez. Pero no lo hago. Ella jamás lo hizo y con eso me basta.