miércoles, 20 de febrero de 2019

BAJAR A LOS INFIERNOS

Hay que bajar de vez en cuando a los infiernos, a las cavernas de cada uno y sólo bajar ya cuesta. Porque ya es suficiente engorroso asumir que se cuenta con esa parcela de lodo que se ha ido formando a base de miedos, ira, complejos, torpezas, mugre visceral no aprovechable como para una vez allí tener que escarbar sin uñas hasta sacar del fango aquello que ya huele demasiado. Lo peor viene realmente luego, cuando con esos despojos en las manos, tuyos para más inri, sales al exterior todavía con la cabeza gacha del esfuerzo, quizá más por el bochorno, y extiendes los brazos para que el de fuera vea la mierda que traes ahí. Y es un trance, un episodio tedioso, un momento incómodo para ambas partes. Tú, mostrando tu detrito a la vez que deseas fervientemente librarte de él sin ser juzgado; el otro, espantado, con ojos desorbitados pensando “qué asco, ¿toda esa bola sucia tenías ahí dentro?”. Y sí, todo eso tenías, y hasta más. Aunque haces bien bajando, escarbando, sacándolo fuera y mostrándolo humilde, qué remedio, y, probablemente y a pesar del susto inicial, también quien observa sabrá ver en ese gesto su propia naturaleza, sus mismos escombros, la misma humanidad que nos rebosa a todos. Es así cómo se reconocen, se gestionan y se intentan pulir nuestros sentimientos bastardos, aquellos de los que renegamos casi siempre por no ser los que mejor nos definen, porque en el fondo somos más y mejor que todo eso, o eso sentimos. Nadie quiere ser rabioso, nadie quiere ser inseguro, nadie quiere ser débil, ni iracundo, ni envidioso, ni soberbio o inmaduro, pero se es mil veces. Bajar a los infiernos, subir cargados de lava podrida, limpiar, sacar, depurar, mostrar, dejarse ayudar, aprender y madurar no se hace en un día, ni siquiera en un millón.


2 comentarios:

  1. Llevaba desde noviembre esperando un nuevo post y hoy, de repente, ¡veo que hay al menos cuatro nuevos! Pues eso, que siempre me ha gustado tu forma de escribir y, como ya me ha ocurrido en otras ocasiones, me siento identificado muchas veces. Sin ir más lejos, ayer "bajé al infierno" (otra vez). Te mando un beso grande.

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    1. No te había leído hasta ahora mismo. Me alegra mucho que pases por este sitio de vez en cuando y que de alguna manera te sirva lo que encuentres aquí. Otro beso de vuelta para ti. Muchas gracias.

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